jueves, 20 de agosto de 2015

LA SANTA DE TU MADRE (12/06/2015)



La vida son etapas, un constante ir y venir, el devenir de ciclos que giran y giran, que empiezan y acaban... Por eso, casi pongo punto y final a mi etapa en el Taller de Teatro La Tragantía con este proyecto "La santa de tu madre" el mismo título con el que empezó todo hace ya seis años.

"La santa de tu madre" es el primer texto teatral que escribí íntegramente. Los personajes están elegidos por los actores y mi mente "perversa" entrelazó sus vidas para crear una historia divertida, conmovedora y cotidiana. Cualquiera puede empatizar con los personajes. Todos en su cercanía tienen o conocen a alguien que se les asemeje, siempre guardando las distancias de realidad y ficción... la realidad siempre es más impactante.

Pues seis años después de su estreno en el salón de actos de nuestro instituto he tenido la suerte de encontrar un elenco fabuloso que le diera vida de nuevo a ésta fantasía hecha texto. Un elenco lleno de juventud, porque hay actores y actrices muy jóvenes, pero llenos de energía, ganas y compromiso. Su ilusión, su unión y su empeño en darlo todo han superado los escollos con que nos hemos encontrado este años, entre otros la espantada de quienes buscan farándula "gratuita" en vez de trabajo actoral. No hay obstáculos que los frenen, ni los habrá.

Comenzamos con la lectura del texto y empecé a sentir por sus risas que habíamos elegido bien, aunque reacciones hubo para todos los gustos. Iniciamos los ensayos y me reafirmé en la buena elección del elenco que había hecho, salvo con algún inevitable error, que como todo en la vida, se subsanó con la llegada de refuerzos... ¡Y qué refuerzos! La verdad es que ésta tropa que veis aquí abajo son unos valientes, que se "denudaron" para mostrar la verdad más pura del clown casi sin saber lo que hacía. Caminaron con ojos vendados a la más pura esencia de la comedia en un generoso gesto de hacer feliz al respetable. Y lo hicieron con mucho esfuerzo, muchas horas de trabajo y, repito, con un compromiso fiel y sincero.



Como siempre digo, no todo camino es un jardín de flores. Ha habido baches que esquivar y en ocasiones nos hemos encontrado de bruces con incomprensibles situaciones que la lógica del corazón resolvió al instante. Creativos, soñadores con gran conciencia del compañerismo y potencial artístico son algunos de los apelativos que seguro pasaron por la mente de quienes se acercaron a ver la obra al Teatro de La Merced. Y como siempre, yo asumo mis errores. Si algo falló ese día fue mi texto, ese texto que pronto revisaré con profesionales para que no empañe más el buen hacer de los actores.

Ellos son el omega de un alfa al que hoy tengo que aludir, porque sin ellos hoy no acabaría lo que empezó con tanta ilusión. A ambos dar las gracias. Y al resto que pasaron por aquí también. ¡Uy, ésto suena a despedida y aún no es el momento! Disculpar que se cuelen estás líneas pero es inevitable que ocurra porque esta obra empezó y casi cierra un ciclo.

La verdad es que no sé que más destacar de la obra, porque yo creo que fue impecable el trabajo de los jóvenes y si me pusiera a hablar individualmente de ellos no acabaría esta entrada sin alabar el esfuerzo que hicieron. Recuerdo que semanas antes de mostrar la obra ya estaba preparada para ser vista gracias a la entrega que pusieron en ella. De alguna manera ésto resume lo que decía anteriormente. Por ellos, como ya lo hice en el teatro al finalizar la obra, sólo pido desde éstas líneas que no dejen sin ilusión a éstos creativos jóvenes. Que los organismos o instituciones pertinentes se acuerden de las actividades extraescolares lúdicas y culturales al igual que lo hacen de las deportivas. Que escuchen las necesidades de unas voces que se hacen más presentes si están encima de un escenario, porque parece ser que a pie de calle se les escucha menos. Y a los benditos padres y madres, igual: luchar porque a vuestros hijos no les falte el momento de invertir sus ilusiones en actividades de provecho para evitar que sus vidas se vuelvan vanas y vacías, en las que sólo esté presente el hastío o las consecuencias de éste. Éstos chavales saben lo que quieren porque lo han experimentado, pues dárselo.

Y por mi parte, sólo pedir perdón. Perdón porque me siento como un "camello", como un "yonkie" del teatro, de la escena, de la creación... que he suministrado durante un tiempo esta droga a unos jóvenes impulsivos e inquietos, y hasta he conseguido enganchar a más de uno. Perdonadme, de verdad. Y si algún día alguno encuentra la manera de desengancharse, por favor, no me la contéis, ni la compartáis conmigo. Prefiero seguir sumido en éste éxtasis con constantes alucinaciones hasta el día en que me tenga que despedir definitivamente. Por eso dejadme que siga en mi dependencia "chutándome" las grandes dosis de éste estupefaciente que mi cuerpo y mi mente reclaman ahora.

Os llevo el corazón y los recuerdos los guardo en mi memoria, aquella que nadie nunca me podrá arrebatar. Como una vez me dijo la gran Blanca Portillo: ¡Nos vemos en los escenarios!

Arcadio Chillón   


Os dejo unas fotografías de la representación que pueden dar cuenta ínfimamente de lo bien que lo hicieron, pero que no suple, en absolutos, la fuerza de vivir la experiencia en el instante en que se representó.